Spartana

Ana desde muy pequeña ha vivido entre paños, hilos y agujas. A los cinco años elabora sus primeros artículos con esparto, pulseras y muñecas en la finca de sus abuelos en tierras murcianas; zona tradicionalmente rica en la elaboración de productos con esparto, desde mediados del siglo XIX. La artesania corre por sus venas observando el laborioso y duro trabajo de las mujeres del campo.

Con el paso del tiempo y una vez terminados sus estudios de Marketing en ESIC, dedica su talento con ideas renovadoras a fusionar el esparto con un nuevo y moderno estilo de vida, brotando de su actual taller un amplio abanico de productos acordes a nuestro tiempo.